miércoles, 27 de febrero de 2013

La Triple Diosa

Por Rosana Garcia Torrelles para el Suplemento Espiritualidad del Diario El Nueve de la Ciudad de Nueve de Julio, Bs As Arg.

La Doncella, La Madre y La Anciana.
La Diosa-Dios creador del Universo se representa también en tres estadios en la vida de una mujer.

Las tres fases de la diosa se ven graficadas con La Diosa cuando es Doncella, La Diosa cuando es Madre y La Diosa cuando es Anciana. Cada una de ellas refleja un rasgo de la vida como mujer humana en su tránsito por esta encarnación.
Las aristas de este precioso diamante son:

La Doncella: Representa la niñez y la juventud de la Mujer-Diosa, con toda su inocencia e irreverencia, ingenua, curiosa, seductora y enamoradiza, nos da las virtudes  de la primavera, es el florecer de la Diosa. Trae alegría, abundancia, calidez, conexión con el aire puro. Por ello significa el inicio o reinicio de un ciclo dado con el consecuente rodar de la vida. Recuerda el eterno renacer de la naturaleza.
Vemos entonces que a la Diosa Doncella se la invoca para la belleza, el romance, el amor y la eterna juventud.

La Madre: Representa el aspecto maduro de la Mujer-Diosa, aquí se despliega el espíritu maternal, el amor universal y la compasión por todos las almas. Aquí la Diosa muestra su arista protectora con la fuerza del verano, aunque su sabiduría interna hace que proteja equilibradamente y suelte a la vida los seres como lo hace el árbol con sus hojas en otoño. Simboliza la cosecha, la madurez del alma de la mujer, es decir cuando está preparada para dar frutos.
Tenemos entonces que a nuestra Diosa Madre se la convoca para la protección y la fertilidad.

La Anciana: Llegando a esta etapa la Mujer-Diosa brilla con luz propia ya ha experimentado todo, ya ha dado frutos y los ha devuelto de nuevo a la naturaleza y trae todo un cumulo de sabiduría que lo único que puede hacer es transferir. Aquí la Diosa sabia acompaña y aconseja con equilibrio. Sabe soltar desde el corazón y disfruta de ver las manifestaciones de la naturaleza, ve plácidamente cuando se cubre de hojas sepia el suelo porque sabe fehacientemente sin dudar que llegara el frio, la muerte y el inevitable nuevo renacer. La Diosa Anciana no teme a la muerte, cree en la vida.
Esta fase de sabiduría representa la ancianidad del ser. Entonces invocaremos a la Diosa Anciana cuando sea necesaria sabiduría, paz, muerte y renacimiento.

Vemos que aquí no tratamos de invocar a la Diosa como un objeto de devoción sino como una energía arquetípica incluida en nuestro Ser-Mujer.

Para cualquier consulta, comunícate al Tel: (02317) 521572 Cel: (02317)15 510708 o a través de facebook.com/centroholisticoluzaura.

Namaste, mi alma saluda a tu alma.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aqui tu comentario o consulta.