sábado, 14 de marzo de 2015

¿Que se festeja en Carnaval?
Por Rosana Garcia Torrelles

El término carnaval proviene del latín medieval "carnelevarium", que significaba de “carne”, de carne, y “levare” de quitar, o sea "quitar la carne".
Hace referencia a que es un período anterior a la Cuaresma religiosa Católica, que va desde el miércoles de cenizas hasta el jueves santo, y que contempla el ayuno, la prohibición de consumo de carne y la abstinencia sexual, durante los viernes de los cuarenta días que dura la Cuaresma. Se fundamenta en que tanto Moisés, Elías y Jesús, frente a las grandes apariciones divinas estaban solos y habiendo ayunado durante 40 días y 40 noches. (Éxodo 24:2-18, 1 Reyes 19:3-8, Mateo 4:1-11).

Orígenes
Los orígenes de las fiestas de Carnaval se remontan a más de 5.000 años con las antiguas Sumeria y Egipto, rememorándolas en Grecia y el Imperio Romano.
Desde allí se continuó la práctica por Europa, pasándola luego por los  colonizadores y marineros europeos desde el siglo XV.
La celebración de los carnavales europeos en la Edad Media constaba grandes banquetes. Y son los más conocidos a partir del siglo XVII los carnavales de Venecia por sus máscaras, donde la idea principal era que por medio de estas máscaras de evitaran las distinciones sociales, entre la plebe y la nobleza, y así esta pudiera salir a surtirse libremente con el pueblo sin prejuicios.
Mezclando esta tradición y el hecho de que en la noche del Carnaval todo vale, es que se usan mascaras en Carnaval para mantener el anonimato de actos impropios.

¿Qué se festeja realmente?
La tradición antigua Greco Romana dice que con el comienzo de la frondosa, prometedora y fértil primavera se hacía también presente para celebrar, el Dios Baco en Roma y Dionicios de Grecia.
Baco era el Dios del vino y la vegetación, dado que vivía debajo de una parra comiendo uvas y haciendo vino para repartir entre los sátiros que acechaban doncellas para entregárselas a este Dios a cambio de vino, creandose así una disputa eterna con el vino por las damiselas.
Cuando llegaba la primavera llegaba Baco desde las aguas del mar en un majestuoso carruaje acuático. De allí que se conoce a esa nave como “carrus navalis”.
La forma de culto que pregonaba el Dios Baco era conocida como el Bacanal, que en Roma consistía en fiestas de amor, lujuria, naturaleza y eventualmente fertilidad.
Otro oportuno Dios que acudía a estos mitológicos festejos primaverales, y que estaba muy emparentado por sus apetencias con Baco, era el Dios Fauno (en Romano o Pan en Griego), identificado por  la sexualidad masculina desenfrenada y la fertilidad. De gran e indiscriminado apetito erótico, era cazador, pastor, curandero y músico, por lo que paso a la historia con su famoso instrumento de viento “la Flauta de Pan”. Además de la derivación de la palabra “pánico” relevando al miedo que tenían sus rebaños de ovejas y cabras con los truenos de los rayos.

También, acudían a la celebración de primavera el Dios Cupido (en Roma o Eros en Grecia), quien era el dios responsable de la proyección sexual con la expresión del sexo en todas sus formas, quien también era la deidad de la belleza, el amor y la fertilidad.

Ahora bien, con el tiempo, los primeros católicos fueron apropiándose de tradiciones preexistentes, derivaron ese término “carrus navalis” de Baco, en “carne levare”.
Y además se posaron en tradiciones celtas donde se celebraba el culto a la Diosa Carna, la Diosa de las habas y el tocino, a la cual se adoraba quemando al cerdo más gordo y grasoso en su honor.
Desde allí denotaron el hecho de despedir el consumo de carne por la proximidad de la Cuaresma.
Por ello en contraposición a la cuaresma donde prima la compostura, el recato y la devoción esta lo “descarnado” del Carnaval con la música, la lujuria, las profusiones de alcohol, el desenfreno con sus pasiones desordenadas y los bajos instintos, todo aquello enmascarado para cubrir el rostro de los actos de evidentes excesos.

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 Rosana Garcia Torrelles.
Analista de Sistemas
Maestra de Reiki Usui
Deeksha Giver Oneness
Practitioner de Flores de Bach
Facilitadora en Registros Akáshikos
Especialista en Astromedicina, Numerología y Tarot.


El volcán Villarrica y su espíritu

Por Rosana Garcia Torrelles


Estos días entro en una nueva erupción el volcán Villarrica, conocido también como el volcán Rucapillán que en lengua araucana mapudungun expresada dentro de la cosmovisión andina, significa “ruca” casa y “pillán” espíritu (casa del espíritu). Este es un volcán ubicado en los Andes meridionales de Chile, en el límite de la Provincia de Cautín en la Región de la Araucanía.

Marcando un claro ejemplo de la idiosincrasia de la gente de la tierra de Arauco.
Cargado de mitos y leyendas que se arrastran en la tradición oral de este pueblo, el Rucapillán es un volcán eruptivamente muy activo y venerado por la cultura mapuche por considerarlo benefactor y portador de buenos sueños y augurios, representa los colores violeta y verde, la Luna, y las estrellas del cielo,  en contraposición al volcán “venas de sangre” Llaima, que es respetado y temido, por ser el volcán maligno, generador de tormentos, pesadillas y malos presagios.

Simbólicamente está asociado con el norte o “pikun mapu”, el lugar de mala suerte, el color rojo, el sol, los “cherufe”, y con el oscuro inframundo o “minche mapu”.
La nación mapuche, cree que las entrañas de esta gran montaña es el habitad de un “ngen winkul” o espíritu tutelar de los volcanes, cerros y montañas, y que está secundado por muchos “pillanes” o “negen” menores, todos perteneciendo a una poderosísima corte imperial de criaturas míticas.

Si bien el dueño del volcán es un “ngen winkul”, los “cherufe” son seres que habitan en el magma profundo de la tierra, se nutren del calor incandescente, y su misión es  lanzar a modo de materia sólida, bólidos hacia el cielo, haciendo caer malévolos aerolitos y rocas ígneas en forma de bolas enormes de fuego, para eventualmente, incendiar bosques y esparcir destrucción en su paso. Por lo tanto, para calmar su voraz necesidad, tradicionalmente, se le debía entregar la carne fresca de una joven doncella.

Grandes erupciones y crisis activas del volcán Villarrica en el siglo XX:
Aunque son de distintas intensidades y motivadas por diferentes factores, siempre la actividad del Villarrica mantuvo atentos a los mapuches y a todos los habitantes patagónicos. Desde que se comenzó a estudiar la actividad del volcán sus  registros tuvieron interrupciones, pero es evidente que en el último siglo esta montaña volcánica ha demostrado estar avivada, dando muestra de ello a través de la gran sumatoria de eventos, tales como los de: 1948, 1949, 1963, 1964, 1971, 1984, 2000, 2005, 2010 y 2015.



Es destacable mencionar las cuatro las enormes erupciones conjuntas conocidas de los volcanes de la zona:

  • 1640: Se produjo una erupción sincrónica entre el Villarrica, el Llaima, el Quetrupillán, el Lanín y el Mocho-Choshuenco.
  • 1750: Se repite el mismo conjunto simultáneo de erupciones.
  • 1765: Ídem.
  • 1790: El Villarrica erupciona paralelamente con el Llaima, Puyehue y Osorno.








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Rosana Garcia Torrelles.
Analista de Sistemas
Maestra de Reiki Usui
Deeksha Giver Oneness
Practitioner de Flores de Bach
Facilitadora en Registros Akáshikos
Especialista en Astromedicina, Numerología y Tarot.