sábado, 14 de marzo de 2015

El volcán Villarrica y su espíritu

Por Rosana Garcia Torrelles


Estos días entro en una nueva erupción el volcán Villarrica, conocido también como el volcán Rucapillán que en lengua araucana mapudungun expresada dentro de la cosmovisión andina, significa “ruca” casa y “pillán” espíritu (casa del espíritu). Este es un volcán ubicado en los Andes meridionales de Chile, en el límite de la Provincia de Cautín en la Región de la Araucanía.

Marcando un claro ejemplo de la idiosincrasia de la gente de la tierra de Arauco.
Cargado de mitos y leyendas que se arrastran en la tradición oral de este pueblo, el Rucapillán es un volcán eruptivamente muy activo y venerado por la cultura mapuche por considerarlo benefactor y portador de buenos sueños y augurios, representa los colores violeta y verde, la Luna, y las estrellas del cielo,  en contraposición al volcán “venas de sangre” Llaima, que es respetado y temido, por ser el volcán maligno, generador de tormentos, pesadillas y malos presagios.

Simbólicamente está asociado con el norte o “pikun mapu”, el lugar de mala suerte, el color rojo, el sol, los “cherufe”, y con el oscuro inframundo o “minche mapu”.
La nación mapuche, cree que las entrañas de esta gran montaña es el habitad de un “ngen winkul” o espíritu tutelar de los volcanes, cerros y montañas, y que está secundado por muchos “pillanes” o “negen” menores, todos perteneciendo a una poderosísima corte imperial de criaturas míticas.

Si bien el dueño del volcán es un “ngen winkul”, los “cherufe” son seres que habitan en el magma profundo de la tierra, se nutren del calor incandescente, y su misión es  lanzar a modo de materia sólida, bólidos hacia el cielo, haciendo caer malévolos aerolitos y rocas ígneas en forma de bolas enormes de fuego, para eventualmente, incendiar bosques y esparcir destrucción en su paso. Por lo tanto, para calmar su voraz necesidad, tradicionalmente, se le debía entregar la carne fresca de una joven doncella.

Grandes erupciones y crisis activas del volcán Villarrica en el siglo XX:
Aunque son de distintas intensidades y motivadas por diferentes factores, siempre la actividad del Villarrica mantuvo atentos a los mapuches y a todos los habitantes patagónicos. Desde que se comenzó a estudiar la actividad del volcán sus  registros tuvieron interrupciones, pero es evidente que en el último siglo esta montaña volcánica ha demostrado estar avivada, dando muestra de ello a través de la gran sumatoria de eventos, tales como los de: 1948, 1949, 1963, 1964, 1971, 1984, 2000, 2005, 2010 y 2015.



Es destacable mencionar las cuatro las enormes erupciones conjuntas conocidas de los volcanes de la zona:

  • 1640: Se produjo una erupción sincrónica entre el Villarrica, el Llaima, el Quetrupillán, el Lanín y el Mocho-Choshuenco.
  • 1750: Se repite el mismo conjunto simultáneo de erupciones.
  • 1765: Ídem.
  • 1790: El Villarrica erupciona paralelamente con el Llaima, Puyehue y Osorno.








Namasté, mi alma saluda a tu alma.
Para cualquier consulta individual o realizar un Taller, comunícate al Tel: (02317) 521572 Cel: (02317)15 510708 o a través de facebook.com/centroholisticoluzaura.


Rosana Garcia Torrelles.
Analista de Sistemas
Maestra de Reiki Usui
Deeksha Giver Oneness
Practitioner de Flores de Bach
Facilitadora en Registros Akáshikos
Especialista en Astromedicina, Numerología y Tarot.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aqui tu comentario o consulta.